viernes, 20 de febrero de 2009

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PROPUESTA DEL PARTIDO INTRANSIGENTE PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UN FRENTE-MOVIMIENTO POLÍTICO Y SOCIAL



En la Argentina de hoy , la recuperación de la mal llamada “clase política” apenas se limita al liderazgo de un reducido número de dirigentes.
Para ir llenando el vacío de representación dependerá fundamentalmente de la capacidad militante de las organizaciones populares , en este sentido es la acumulación de fuerzas o poder político, como consecuencia de la mayor legitimidad social obtenida, lo que irá generando las condiciones para profundizar los cambios en materia socioeconómica.
En este camino debemos lograr la confluencia de diversas identidades políticas populares en un proyecto de provincia Nación y provincia compartido, en una dinámica que necesariamente trae aparejado el surgimiento de nuevos referentes de este espacio a lo largo y a lo ancho de nuestra provincia.
Sin nuevos referentes que expresen el quiebre del 2001 y el anhelo de una provincia igualitaria, democrática; si no se logra construir organización territorial que consolide esta propuesta, sin proyecto compartido y sin la presencia conciente organizada y movilizada de las mayorías populares, en la lógica contradictoria entre continuidad y ruptura que caracteriza la etapa, las perspectivas de cambio se verán dificultadas.
Ello requiere a su vez, de una herramienta política, cuya legitimidad se construya en base a su capacidad de aglutinar, organizar y movilizar a las clases y sectores que van a conformar el nuevo bloque histórico en torno a un programa de transformaciones que contemple los intereses nacionales, que no son otros que los de las mayorías populares.
Los cambios que nosotros propiciamos para nuestra sociedad: una justa redistribución del ingreso, un nuevo modelo productivo, una justicia independiente, democracia informativa, salud, educación, seguridad, vivienda y empleo para todos; en síntesis, la socialización del poder, la riqueza y la cultura requieren indefectiblemente la participación y apoyo del pueblo. Porque sin los destinatarios directos implicados en el proceso todo gobierno popular sufrirá el hostigamiento permanente y la desestabilización por parte de los sectores de privilegio.
Esta concepción ideológica nos separa radicalmente de las prácticas políticas del pasado. No entendemos a la democracia solamente como la costumbre reiterada de votar cada dos años y después volvernos para casa. Esta cultura política forma parte del pasado y fue hábilmente aprovechada por la sociedad política para tejer acuerdos con los lobbies económicos a espaldas del pueblo.
La pensamos como un ejercicio continuado de participación y control popular de los actos de gobierno.
La crisis de los partidos políticos.
Los sistemas de partidos, antes de la instalación de modelo neoliberal, cumplían funciones de mediación entre la sociedad, el mercado y las instituciones estatales. Sus actividades básicas se caracterizaban por la búsqueda de los objetivos no particulares a través de ideologías y programas; la articulación y agregación de intereses sociales; la movilización y socialización de los ciudadanos más abarcativas en las coyunturas electorales; la convocatoria, integración y formación de cuadros de gobierno; la selección de los candidatos para los cargos electivos; etc.
La crisis tiene las siguientes manifestaciones:


* Crisis que afecta su funcionamiento, credibilidad, capacidad de convocatoria.


* La crisis se manifiesta en: proliferación de conflictos internos, pérdida de afiliados y militantes, rechazo social, pérdida de representatividad, aislamiento.
Los partidos políticos han abandonado también algunas de sus misiones: contener, organizar, informar, capacitar, transformar; se esterilizan, devienen maquinarias exclusivamente electorales, optando por generar un vínculo puramente clientelar.


* Frente a esta crisis, no han sido las organizaciones tradicionales quienes han buscado nuevas formas para lograr representatividad. Muy por el contrario, la búsqueda ha partido de distintos sectores sociales, construyendo una experiencia inédita en nuestro país en cuanto a la diversidad de estrategias para expresar y resolver el conflicto. El modelo neoliberal va a producir transformaciones profundas en el funcionamiento del Estado, el Mercado y la Sociedad, entre las que cabe mencionar:


* El debilitamiento del Estado-real y simbólico-como referente central de la organización social y nacional.


* Las aceleradas transformaciones económicas que se han producido en los últimos años, modificaron sustancialmente el cuerpo social cuya crisis no han podido ser contenidas, comprendidas ni expresadas por los partidos políticos. Entre esos cambios se puede mencionar la fragmentación de las sociedades, el debilitamiento de las relaciones salariales, la exclusión social creciente, la configuración de identidades sociales desagregadas, representadas por intereses diversos y, a veces, contradictorios.


LA INEFICACIA DE LA DISPERSIÓN


Como se dice habitualmente, la derecha tarda mucho menos en lograr acuerdos porque la unifican sus intereses, mientras que en el archipiélago popular la unidad es más difícil porque lo que se sostienen son principios. Si bién esto es parte de la verdad, el contacto cotidiano con la profundidad de la crisis y sus posibles caminos de resolución, nos hace ver que las diferencias objetivas en el campo nacional-popular, de la izquierda y el centroizquierda política y social, tienen que ver más con posicionamientos individuales devenidos en irreductibles espacios ideológicos que con insalvables diferencias par vertebrar un proyecto común. Esta seria deficiencia también deja planteada la pregunta acerca de la verdadera vocación de poder de parte de este espacio, dado que siempre resulta más cómodo moverse en el plano de la disputa ideológica que afrontar las imperfecciones de la realidad social y política amplia, capaz de procesar las diferencias y potenciar las coincidencias teniendo como horizonte la construcción de una provincia justa, libre y soberana. Esta es una tarea que excede lo coyuntural, es el resultado del esfuerzo metódico, sostenido y organizado territorialmente por una voluntad política que esté dispuesta a construir una fuerza de características frentistas, con criterios organizativos y programáticos compartidos.
Entendamos que la necesidad de la etapa es la constitución de un Frente concebido con las siguientes características:


* El Frente es una construcción con reglas claras de funcionamiento, sin prácticas hegemonistas.


* El Frente se constituye sin exclusiones sectarias ni sumas cero. Por el contrario, es la causa común, esa que amalgama justamente porque da sentido a la lucha.


* El Frente es unidad en la diversidad, respeto por identidades, respeto a las pertenencias con una dinámica propia de funcionamiento, pautas para la acción.


* El Frente es la construcción de una decisión ideológica para accionar en política en torno a un programa común.


* El Frente es un espacio dinámico, con contradicciones en su interior y reglas claras para dirimir conflictos democráticamente.


* El Frente supone una construcción que se dará en el tiempo y no una unión transitoria ante una coyuntura electoral. No es una construcción que empieza y termina ante cada instancia electoral. Impulsar esta construcción frentista significa entender que la voluntad de cambio se nutre de la participación de la diversidad y de la capacidad para articular las fuerzas políticas y sociales que tienen en común derrotar el modelo neoliberal y construir otra provincia.


* Por último, la construcción del Frente es el único modo posible de resignificar la política en tanto compromiso militante al servicio de la transformación social.
Sin perjuicio de la necesaria profundización que este debate requiere, ya que solo intenta ser un aporte mas a la discusión proponemos pautas organizativas para la construcción frentista:


1-suscribir una declaración Constitutiva integrada por una Declaración de principios, Bases Programáticas y Acuerdo Político de las fuerzas integrantes del frente.


2-Conformar una organización con el carácter frente-movimiento con el objetivo de articular organizaciones políticas, sociales y ciudadanos que compartan su misma concepción y práctica política frentista.


3-Sus integrantes se comprometen al mantenimiento y defensa de la Unidad, el respeto recíproco de la pluralidad ideológica y el acatamiento de las resoluciones emanadas de sus órganos de conducción transitorios.


4-Acordar una organización provisoria hasta la constitución del Primer Congreso Provincial del Frente que ratifique la Declaración de Principios, las Bases Programáticas y el acuerdo Político; aprobando además un Estatuto que regle su organización interna. Posibilitar ampliar las alianzas políticas y sociales.

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